¿Te encantan los Mustangs? Hablemos de favoritos.

Si sientes pasión por los Mustangs, esta lista quizá despierte algún que otro debate, y eso está perfectamente bien. Elegir el “mejor” es algo totalmente subjetivo. Cada persona tiene su favorito por razones personales, y estos simplemente son los nuestros.

En el espíritu de comunidad, ¡nos encantaría escuchar a fans del Mustang de todo el mundo! Haz clic en el enlace de abajo y comparte tu elección, junto con la razón por la que destaca para ti. No podremos publicar todas las respuestas, pero haremos lo posible por destacar tantas historias y opiniones únicas como podamos.

¡Tenemos ganas de saber qué opinas!

Cuando se trata de Mustangs legendarios, estos cinco destacan: el Shelby GT350 de 1965, el Shelby GT500 de 1967, el Boss 429 de 1969, el Cobra R de 2000 y el Boss 302 de 2012. Se han ganado un respeto serio a lo largo de los años por su diseño, rendimiento e impacto en la historia del Mustang.

Shelby GT350 (1965)

Este es el coche que llevó al Mustang de ser un vehículo atractivo a convertirse en una auténtica bestia de alto rendimiento. Construido por Carroll Shelby, fue hecho para las pistas y se centraba mucho en el manejo. Un verdadero punto de inflexión.

Shelby GT500 (1967)

Piensa en este como el hermano más musculoso del GT350. Venía con un motor big-block, un aspecto impresionante y mucha potencia. Fue diseñado más para disfrutar al volante con estilo, pero sin sacrificar fuerza.

Boss 429 (1969)

Aquí todo gira en torno a ese motor monstruoso. Ford lo fabricó para poder usar el 429 en NASCAR, lo que significaba que tenía que ser legal para la calle—aunque por los pelos. Es raro, agresivo y hoy en día muy codiciado.

Cobra R (2000)

Diseñado para la pista y despojado de extras, el Cobra R era ruidoso, rápido y listo para competir. Sin asiento trasero, sin radio—solo puro rendimiento. Un favorito entre los fans más acérrimos del Mustang.

Boss 302 (2012)

Una versión moderna de un nombre clásico, el Boss 302 de 2012 recuperó el espíritu del original, pero con tecnología y manejo actualizados. Tenía un aire retro, se conducía de maravilla y demostró que el Mustang seguía en plena forma.